viernes, 3 de diciembre de 2010

Dirección y Fin de la cura en Psicoterapia y Psicoanalisis

¿De donde proviene esa conspiración de invisibilidades?
A. Pizarnik




Introducción

El presente trabajo tomara una de las definiciones trabajada por J. A Miller sobre el final de la cura, y desde allí se establecerán las diferencias entre el psicoanálisis y la psicoterapia, despuntando lo propio de nuestra clínica, tanto en los posibles fines como en la dirección de la misma (en este orden ya que cada inicio de análisis lo pensamos desde una concepción del final[1])
La motivación de escritura se basamenta a través de la presencia en la clínica de pacientes que han pasado por psicoterapias y han obtenido cierta “eficacia”, pero se presentan con la sensación (inequívoca) de que todavía hay algo, algo para decir, algo que no se pudo decir, “invisible”, imposible de nombrar, pero que insiste… algo fuera de red…



La frase elegida, por más que resulte paradójico a simple vista, permite pensar al psicoanálisis en tanto “ética[2]”, fuera de todo intento de universalización y normalización de los sujetos que optan por el.
En su articulo fundamentos de la perversión Miller, afirma que, para Lacan “el fin de la cura es soberanía para la perversión, dirá: no cristalicemos demasiado rápido esto, es permiso para el objeto a”[3]. ¿Cómo entender esta frase hoy, donde prima la necesidad del mercado de soluciones rápidas y funcionales para el individuo y su sistema, respuestas tendientes a la normalización de los mismos?
La meta, si se quiere, la panacea estaría dada por el alivio o remisión total de padecimientos tanto en el cuerpo como en el pensamiento. Efectivamente el Manual de Salud Mental DSMIV, establecerá así un sistema de codificación universalizada de criterios para poder encuadrar al sufriente y delimitar desde allí su tratamiento, tiempo del mismo y remisión, buscando el máximo de eficacia, entendida esta por el éxito terapéutico.
Sin embargo no nos cansamos de encontrar en nuestras consultas sujetos que han pasado por estas “eficacias” y sienten que todavía les falta algo más, que si bien ciertos padecimientos remitieron (casualmente cuando las sesiones de las prepagas caducan, por ejemplo) hay “algo que insiste”, y es allí donde se empiezan a establecer las coordenadas necesarias para el dispositivo analítico, para el paciente a veces una segunda vuelta, pero para nosotros el comienzo de la primera. Teniendo en cuenta lo dicho por Lacan en La ciencia y la Verdad, lo que la ciencia obtura, el psicoanálisis se presenta para tomarlo.
La psicoterapia hará acento en el Yo y será funcional a la ciencia ya que su partenaire es la medicina, a lo social en virtud a una re adaptación, al mercado en el restablecimiento del consumidor, al estado, como un derecho ciudadano y planteara aflojar las identificaciones ideales cuyas exigencias (siempre exteriores por lo que se despliega) asedian a un sujeto, una “operación sobre el Ideal que le exige gozar como se debe y no como lo hace, mediante su síntoma”.
Esta obturación de modos de goce singulares el psicoanálisis los retomara y será desde allí que se desplegara el campo que es el nuestro: “el campo del deseo” pasando por un sujeto dividido entre saber y verdad se producirá: “la apertura del sujeto para captar lo que recibe en el de la verdad[4]” es en esta división donde debe insertarse el objeto a. La experiencia psicoanalítica al poner en juego estos dos términos implica la producción de un saber inconsciente que progresivamente se inscribe como verdad y dará así cuenta del caso por caso, saliendo de cualquier estandarización de criterios que señalen una cura en común, es la clínica del uno por uno, mas allá del mismo síntoma, el despliegue de la verdad singulariza el caso.
A diferencia de la psicoterapia, “El psicoanálisis no puede estar al servicio de ninguna finalidad superior a la operación analítica misma[5]” El rasgo propio de nuestra practica es no tener patrones. Entonces debemos indicar que, si en la practica no tenemos patrones, tenemos principios y es necesario formalizar esos principios[6]”:
El análisis lleva los rasgos de la persona del analizante y el analista tendrá una manera de conducirse (táctica) que oscila entre libertades delimitadas por el sujeto, sus interpretaciones no lo hacen amo de sus palabras, de hecho debe pagar prescindiendo de ellas, utilizando las del sujeto, estableciendo ambigüedad, favoreciendo la aparición del “instante de ver”, así mismo por la aparición de la transferencia (Estrategia) la libertad del analista se coarta un poco más, ya que esta alienada al (s v a) del analizante, lugar que el analista no puede elegir, paga con su persona y da lugar al tiempo para comprender, todo esto comandado por el deseo del analista, que hará posible un momento de concluir, pagando con su falta en ser, pudiendo ocupar el lugar de objeto.
“Un efecto analítico es una división del sujeto, como efecto de la puesta en función del deseo del analista” , con ellos se producirá una modificación del sujeto con sus dichos, una experiencia del inconsciente, y desde aquí que la cura como manifestara Lacan, “viene por añadidura”. No se tratara de recuperar para la coherencia sino de llevar al sujeto al punto de no saber lo que dice, producir cambios en su posición subjetiva, responsabilizarlo de sus elecciones y su síntoma, operaciones que la psicoterapia sutura, “no queriendo saber nada de eso” y mucho menos entender que a través de estas acciones efectuamos, citando a modo freudiano, modificaciones en el quantum pulsional.
No se tratara ya que el sujeto no pene, sino que pene lo menos posible, entendiendo que siempre hay un residuo, un imposible de absorber por vía simbólica que va a seguir ahí y que invitara a un paciente que ha transitado por el dispositivo analítico a hacer algo con el.
Es imposible llegar a un final sin resto, esto se va delimitando en toda la obra Lacaniana, con lo cual la pregunta por el saldo, delimita la pregunta por la causa y de allí al deseo.
Entonces, en este instante de concluir, ¿como entender la frase disparadora de este trabajo luego de estas pequeñas vueltas?
No es una invitación a una trasgresión, ni a una sexualidad desenfrenada, sino al seguimiento de las propias normas que no tienen porque coincidir con el universal, elegidas, mentadas, desplegadas por el trabajo analítico que despeja, llevando al sujeto a desprenderse de la demanda, señalando que el efecto analítico, implica una ruptura subversiva con la ética tradicional o con una ética conformista. El sujeto no es un Datum, no pertenece al registro de los datos, sino que es una discontinuidad en los datos
… Soberanía de la perversión puede ser entendida entonces como el establecimiento de un Soberano que perturbo el orden o el estado de “sus” propias cosas y llego así al permiso de relación con ese objeto que desde lo invisible comandaba sus actos, antes sin saberlo y ahora pudiendo elegir… siempre en virtud de su propio deseo.
Frase que clarifica que el psicoanálisis no actúa como moralizador y no tiene como objetivo la máxima pureza.
Como cierre y reflexión de “invisibilidades” podemos tomar la critica de Winnicott a los Kleinianos, cuando dice que algunos han terminado su análisis, pero que hay algo de futilidad, porque “entienden” lo que les paso, pero hay algo de lo que el llama falso self que sigue persistiendo. El apunta a “la espontaneidad” allí donde Lacan pone el saber hacer. Eric Laurent dirá de Winnicott que percibió algo del objeto a pero no pudo darle uso… Complicidad de invisibilidades que Lacan dilucido durante toda su obra y que cada paciente intenta testimoniar a su manera en nuestros consultorios…


Bibliografía

Delgado, Osvaldo “Efectos terapéuticos-Efectos analíticos” En el Sigma 30-11-2008.
Lacan, J Escritos 2 “La dirección de la cura y los principios de su poder” Buenos Aires, Siglo XXI 2003.
Lacan, J El Seminario VII “La ética del psicoanálisis” Buenos Aires, Paidos. 10°, 2007.
Lacan, J Escritos 2 “La ciencia y la verdad” Buenos Aires, Siglo XXI 2003.
Lacan, J Escritos 1 “El tiempo logico y el aserto de certidumbre anticipada. Un nuevo sofisma” Buenos Aires, Siglo XXI 2003.
Miller, J y Otros “Fundamentos de la perversión” en Psiquiatría y Psicoanálisis 2 Buenos Aires, Grama.2008.
Miller,J “Introducción al método psicoanalítico” Buenos Aires, Eolia Paidos. 5° 2006.
Rabinovich, Diana “El concepto de objeto en la teoría psicoanalítica” Buenos Aires. Manantial.2007
[1] Delgado, O Efectos Terapéuticos-Efectos Analíticos. En el sigma Introducción l psicoanálisis. 30-11-2008
[2] La etica del psicoanálisis es la ética del deseo y este es su interpretación. Lacan,J Sem VII “La etica del psicoanálisis”
[3] Miller y Otros Psiquiatria y Psicoanálisis 2
[4] Lacan, J La ciencia y la verdad” en Escritos II
[5] Miller, Psicoterapia- Psicoanalisis
[6] Miller,J “ Introducción al método psicoanalítico” Eolia Paidos Buenos Aires.1997

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